DmC Devil May Cry

Muchas han sido las críticas destructivas que ha recibido este título publicado en 2013. Sin embargo, la realidad difiere mucho de todos estos comentarios negativos.

DmC Devil May Cry es, a todos los efectos, un buen derivado de los Devil May Cry clásicos: combate frenético, música estridente y hordas interminables de enemigos a los que destruir.

Ninja Theory, empresa desarrolladora de los juegos Heavenly Sword y Enslaved: Odyssey to the West, ha sabido reunir los elementos que definen a Devil May Cry y aportar los suyos propios a una mezcla que deja un sabor clásico y nuevo al mismo tiempo.

La historia se centra en Dante, un chico despreocupado y gamberro que vive en una caravana ajeno a todo lo que ocurre en el mundo. Pero tras una noche de juerga desenfrenada, llaman a su puerta. Resulta ser Kat, una joven con ciertos poderes mágicos, que le hablará de cosas que cambiarán su forma de ver el mundo para siempre.

El juego se desarrolla a través de misiones, en las que iremos descubriendo la historia de Dante, su pasado y cómo éste repercutirá en su futuro.

Para poder progresar y conseguir habilidades nuevas y devastadoras, debemos realizar combos contra los enemigos. Para realizar con éxito un combo, hay que encadenar diferentes movimientos y habilidades, a ser posible sin repetirlos a menudo, y procurar que no nos alcance ningún ataque enemigo durante el proceso.

Los combos son calificados desde rango D, siendo éste el rango más bajo, hasta SSS, como ya se hacía en los otros Devil May Cry. A mejor rango, más puntos de estilo se obtienen. Los puntos de estilo sirven para conseguir mejoras y habilidades nuevas en la tienda.

Las misiones también se puntúan desde D hasta SSS en función de factores tales como el tiempo que hayamos tardado en completar la misión, los combos que hayamos realizado o las veces que hayamos muerto.

Los enemigos que nos saldrán al paso durante las misiones son bastante variados: unos son muy básicos, armados con una cuchilla; otros que resultan mas hostigadores van armados con una motosierra; otros son grandes y blindados, capaces de hacer mucho daño si se les pierde de vista en algún momento y algunos enemigos sólo se ven afectados por un tipo de arma concreto.

Cuando destruyes un enemigo, éste liberará una cantidad de esferas de colores dependiendo del enemigo que sea. Las esferas tienen distintos efectos en función de su color: las esferas verdes recuperan salud, las esferas rojas sirven como moneda para comprar objetos de un solo uso en la tienda, las blancas se añaden a los puntos de estilo, las azules rellenan la barra de suspensión demoníaca de Dante y las amarillas nos permiten resucitar al instante en el mismo punto en el que nos hayan derrotado.

En la tienda es posible adquirir objetos de un solo uso como las clásicas estrellas vitales o estrellas demoníacas, que reponen la salud y la suspensión demoníaca de Dante, respectivamente.

A lo largo de las misiones encontraremos armas nuevas con las que aumentar la efectividad y las variaciones de los combos. Entre estas armas se encuentra Osiris, la guadaña angelical, excelente para cuando se está rodeado de enemigos, o Arbiter, el hacha demoníaca, capaz de romper las defensas de los enemigos equipados con escudo.

Las plataformas también son un elemento constante en el juego. Una caída puede ser fatal para nuestra salud, así que debemos ejercer un buen control sobre el movimiento en los saltos.

Durante el transcurso de una misión encontraremos también objetos coleccionables, como son las llaves, puertas y almas perdidas. En cada misión hay un número concreto de cada uno de estos elementos. Las llaves son necesarias para abrir las puertas, tras las que nos aguardan desafíos que, al superarlos, nos recompensarán con aumentos permanentes para la salud o la suspensión demoníaca. Las almas perdidas liberan esferas rojas y otorgan un bonificador extra al completar la misión.

En el apartado gráfico el juego destaca notablemente. Sus escenarios son impactantes, muy amplios y retorcidos, con colores brillantes que en seguida captan la atención del jugador y ofrecen detalles nunca antes vistos en un juego de esta franquicia.

La banda sonora del juego está compuesta por temas de Combichrist y de Noisia, remezclados para esta ocasión, que ambientan perfectamente la acción en cada momento. Ese estilo cañero e industrial acompaña muy bien a la estética del juego.

La rejugabilidad de este título reside en ofrecer muchos niveles de dificultad, en los que los enemigos incrementan su poder y la frecuencia con la que atacan de manera exponencial.

Es un juego completo, bueno, que se deja jugar de manera llevadera, intuitiva y divertida.

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