The Legend of Zelda: Oracle of Ages/Seasons

La saga que ideó Shigeru Miyamoto cumplió 25 años en 2011. Un cuarto de siglo lleno de éxitos para la franquicia de Nintendo, que entre sus títulos más destacados cuenta con The Legend of Zelda: Oracle of Ages/Seasons, lanzado en 2001 para Game Boy Color.

La portátil de Nintendo nos ofrecía dos títulos cuyos argumentos eran distintos, pero se interrelacionan por medio de unas contraseñas que aparecen cuando terminamos uno de los dos juegos, y con las que podemos mejorar las cualidades de nuestro héroe.

Otra de las diferencias que existen entre Oracle of Ages y Oracle of Seasons es que el primero está más orientado a la investigación y a la resolución de puzles, y el segundo tiene muchos más combates y acción.

En Oracle of Ages, la trifuerza teletransporta a Link al mundo de Labrynna. Allí, Veram, con el aspecto de Impa, engaña a Link y finalmente posee a Nayru, oráculo de los tiempos, para sembrar el caos construyendo una torre oscura en el pasado.

En Oracle of Seasons la historia es distinta. Link se despierta en medio del bosque, de repente se encuentra con un grupo de actores, una bailarina llamada Din baila con el héroe de Hyrule. En ese momento, el cielo se vuelve oscuro y Onox secuestra a la bailarina, que resulta ser el oráculo de las estaciones. Es entonces cuando comienza la aventura en Oracle of Seasons con el objetivo de Link de perseguir al temible general Onox por el mundo de Holodrum para salvar a Din, el oráculo y, sobre todo, al mundo de convertirse en un lugar en el que sólo habrá tinieblas.

El cartucho posee una gran calidad gráfica para ser un juego de GameBoy, pero sobre todo destaca por su gran jugabilidad y argumento. Link tendrá que ir haciéndose con nuevas armas y artefactos que le ayuden a avanzar por el mapeado, como una balsa para surcar el mar o las típicas bombas para destrozar rocas que impiden el paso. Aunque los instrumentos principales serán el Arpa del tiempo y el Cetro de las estaciones, con los que podemos ir al pasado o cambiar de estación, dependiendo de la versión que juguemos.

Además, tendrá que superar las tradicionales mazmorras, donde hay que encontrar las llaves que nos lleven hasta el jefe final y así poder obtener las esencias del tiempo y de la naturaleza. Como buen RPG action que es, también hay que visitar nuevos pueblos en los que sus habitantes nos pedirán ayuda.

El sistema de combate es muy simple, y similar al utilizado en muchos juegos posteriores como Dragon Valor. Podremos asignar dos armas o artefactos, uno en cada botón, que utilizaremos tanto en combates contra enemigos como a la hora de investigar los escenarios y resolver puzles. Con el botón select se nos desplegará un amplio inventario donde veremos todos los objetos que vayamos usando en la aventura.

La vida de Link funciona a través de corazones. Cuando derrotemos a un enemigo final de mazmorra nos darán un nuevo corazón. También podemos añadirlos si reunimos cuatro partes que estarán escondidas por el mundo o si lo compramos en las tiendas por un determinado número de rupias.

Un largo título con buenas críticas que introduce la novedad de entrelazar ambos cartuchos, como ya hizo Pokémon, una banda sonora para recordar, muchas horas de diversión y multitud de secretos. Sobre todo si nos pasamos los dos cartuchos, ya que aparecerá una nueva mazmorra que mezcla las características de ambos juegos (puzles y acción), en la que nos espera como jefe final el antagonista de Link, Ganondorf, y el verdadero final de esta apasionante historia.

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